Rosaura decidió vestirse como una mujer normal y corriente y el prisionero Segismundo se convirtió en un príncipe. Varios días después, El príncipe Segismundo, se convirtió en un malvado príncipe y hacía cosas malas como:
Tirar por la ventana a un criado, no le hacía mucho caso a su padre y intentar matar varias veces a Clotaldo.
Un día al llevarle al calabozo, Segismundo oía a soldados diciendo: ¡Viva Segismundo! Luego, los soldados liberaron a Segismundo y quisieron hacer una batalla. Se puso el padre (el rey) llamado Basilio. Entonces, no hubo batalla y entonces, el príncipe Segismundo se hizo en un príncipe bueno y no sabía si estaba soñando ó no.
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