El primer día, por la tarde-noche, fuimos a Cedro Paloma (creo que se llamaba así).
Estuvimos unos cuarenta minutos caminando. Luego, fuimos arriba de la montaña
y se veía la ciudad que había enfrente. Hacía mucho viento y anochecía muy rápidamente.
Hacía mucho frío. Luego, nos volvimos a la cabaña y era de noche, tardamos mucho más,
más ó menos dos horas y media. Y se sintió el cambio de temperatura.
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